“… pues ninguna novela puede —al fin y al cabo -— contar la verdad, descubrir lo único importante: la realidad interior de la vida del que escribe.”.
Leído en Solenoide, de Mircea Cartarescu.
“… pues ninguna novela puede —al fin y al cabo -— contar la verdad, descubrir lo único importante: la realidad interior de la vida del que escribe.”.
Leído en Solenoide, de Mircea Cartarescu.
Corintio, a diferencia de los otros protagonistas de la serie Personajes, no está muerto.
De Corintio (que, por supuesto, no es su nombre real), hablé en un relato largo (casi novela corta) un poco histérico, surrealista y del que me sigo sintiendo muy orgulloso, y que di en llamar Phi, Eba y el abismo. Ojalá, ya de paso, lo vea publicado algún día. Si Sigue leyendo
Llega a Praga a media mañana. El aire fresco empieza a calentarse, y ella reconecta con una parte profunda de sí misma que goza la soledad. No siempre, ni en cualquier circunstancia. Pero sí en Praga, que no es Viena, que tanto significa para los dos. Praga es Praga, una ciudad que comienza a descubrir, abierta y monumental, inabarcable, orgullosa y atestada de turistas, entre los que vaga pendiente del murmullo humano, en ocasiones convertido en auténtico estruendo. Un viaje que avanza hacia su final. En el Sigue leyendo
-4 y tu sonrisa
me pongo las mallas, salgo
al aire frío y limpio
hay tanta luz, restañando sobre las fachadas
pero el barrio vacío,
es temprano
crepitan los mirlos, entre las jaras
Cierro los ojos, los abro.
La sensación resulta difícil de describir. Cada vez que lo intento, Joan me mira sin comprender, e incluso yo mismo me pregunto si se me está yendo la olla. Ocurre desde el vientre bajo, algo similar a una ola hormigueante que asciende hasta superar la línea de